23 de junio de 2025
Actualidad

¡Campeones! Los Thunder hacen historia en la NBA en un Juego 7 para el recuerdo

Indiana luchó hasta el final, pero la lesión de Haliburton en el primer cuarto marcó un antes y un después. Una final que mezcló emoción, tragedia y gloria a partes iguales.

Gonzalo Sánchez Lomparte
hace 9 horas
Oklahoma 2025

Oklahoma City no olvidará jamás la noche del 22 de junio. Después de una temporada de ensueño, los Thunder lo hicieron: son campeones de la NBA por primera vez desde que llegaron desde Seattle. Vencieron a los Indiana Pacers 103-91 en un séptimo partido que tuvo de todo: emoción, drama, nervios y una dosis de tragedia.

La figura fue, cómo no, Shai Gilgeous-Alexander. El canadiense firmó una actuación a lo MVP —porque, sí, también se llevó el de las Finales— con 29 puntos, 12 asistencias y 5 rebotes. No tuvo su noche más fina en el tiro (8 de 27), pero se cargó el equipo al hombro cuando más hacía falta. Y no lo hizo solo: Jalen Williams (20 puntos) y Chet Holmgren (18 puntos, 8 rebotes y 5 tapones) completaron un Big Three joven pero ya consagrado.

Del otro lado, Indiana peleó como lo ha hecho toda la postemporada: sin rendirse nunca. Pero el golpe llegó temprano. A los cinco minutos del primer cuarto, Tyrese Haliburton —el alma del equipo— cayó al suelo tras fintar un triple. Su pierna derecha no respondió. El grito de dolor, la toalla sobre el rostro, el silencio del estadio. Todos supieron que era grave.

Sin Haliburton, los Pacers aguantaron como pudieron. Bennedict Mathurin se multiplicó (24 puntos y 13 rebotes), Siakam y McConnell dieron pelea, pero el desgaste era demasiado.

Después de un arranque flojo, los Thunder apretaron en el tercer cuarto con un parcial brutal de 34-20. La defensa, que ya venía siendo elite toda la temporada, se volvió impenetrable. Oklahoma forzó 23 pérdidas, metió 14 robos, bloqueó 8 tiros… fue una cátedra.

El anillo también es para Mark Daigneault, un técnico joven que supo encontrar las piezas correctas y mantener al grupo enfocado. Y para Sam Presti, el arquitecto silencioso de este proyecto que acumuló picks como si fueran oro y apostó por una reconstrucción paciente. Ahora, con un título bajo el brazo, el futuro pinta brillante.

Enfrente, Indiana se va sin anillo pero con respeto. Fueron el equipo que nadie esperaba y terminaron siendo el equipo que todos querían ver. El cuento de hadas terminó, sí, pero vaya si fue inolvidable.

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