Universitario vs. Atlético Grau EN VIVO: fecha, hora y dónde ver el partido pendiente por el Torneo Apertura 2025
Universitario visitará al Atlético Grau en el Estadio Mansiche de Trujillo pendiente por la fecha 3 del Torneo Apertura 2025.
El Deporte Peruano vive una de sus épocas más dolorosas bajo una pésima gestión a cargo Federico Tong Hurtado, Presidente del IPD
Mientras los atletas peruanos entrenan con las uñas para representar al país, las instituciones que deberían respaldarlos se desmoronan en medio de una ola de escándalos, corrupción e inacción. El Instituto Peruano del Deporte (IPD), llamado a ser garante del orden y la meritocracia en el sistema deportivo nacional, hoy es protagonista —o cómplice— de una serie de actos que comprometen seriamente la integridad del deporte peruano.
El caso que detonó una investigación penal comenzó al interior del mismo Instituto Peruano del Deporte. El 21 de febrero, la presidencia del IPD, liderada por Teodoro Federico Tong Hurtado, firmó la Resolución N.º 20-2025-P/IPD, mediante la cual se designó a Roger Marcial Príncipe Huerta como Director de la Dirección Nacional de Deporte de Afiliados. Sin embargo, surgieron indicios serios de que Príncipe Huerta no cumplía con los requisitos mínimos para asumir ese cargo público: ni cinco años de experiencia en gestión deportiva ni tres años de funciones directivas.
La denuncia fue presentada por el ciudadano Joan Franco Mamani Aponte ante el Ministerio Público, lo que derivó en la apertura de una investigación preliminar formal por presunto delito de nombramiento ilegal de funcionarios públicos (Art. 381° del Código Penal). Las penas por este delito pueden alcanzar hasta los siete años de prisión, con agravantes.
Este caso no solo es grave por la falta de filtros en la designación de cargos clave, sino porque expone la falta de control interno del IPD, y plantea una duda de fondo: ¿cuántos otros cargos similares han sido asignados bajo criterios políticos, amiguismo o negligencia?
El siguiente escándalo vino de la Federación Deportiva Peruana de Esgrima. Un video publicado en TikTok por la cuenta @ada.peru reveló que el actual entrenador de la selección nacional de esgrima fue acreditado con un título universitario falso. A pesar de ser un requisito indispensable para ejercer el cargo, la Federación validó el documento sin verificar su autenticidad.
Con el paso de los días, y tras la presión pública, se supo que el título no existe o no pertenece al entrenador en cuestión. El hecho ha provocado un terremoto dentro de la comunidad esgrimista: atletas, entrenadores, padres y clubes denunciaron públicamente el caso y exigieron una investigación inmediata y sanciones ejemplares.
“Esto no se trata solo de castigar a una persona, se trata de salvaguardar la credibilidad de todo el sistema”, dijo un entrenador nacional que prefirió el anonimato.
Las implicancias son serias: el entrenador fue parte del equipo técnico en competencias internacionales, lo que pone en riesgo la reputación y la preparación de nuestros deportistas. A la fecha, el IPD no ha emitido ningún pronunciamiento oficial sobre el caso.
Un nuevo golpe a la institucionalidad ocurrió en la Federación Peruana de Taekwondo, cuando la presidenta del Comité Electoral reveló irregularidades escandalosas durante el proceso de elecciones. En un valiente testimonio, denunciado también por @ada.peru en TikTok, la funcionaria reveló cambios arbitrarios en las listas de votantes, presiones internas, favoritismo y una manipulación descarada del proceso electoral.
Las pruebas presentadas incluyen documentos, correos electrónicos y grabaciones que demuestran cómo la elección estaba aparentemente arreglada desde el inicio.
La comunidad deportiva expresó su indignación por la falta de reacción del IPD, que ha ignorado múltiples denuncias de procesos viciados en distintas federaciones. “Queremos competir con dignidad, pero también queremos instituciones limpias”, declaró un excampeón nacional de taekwondo.
Rodrigo León Prado, actual presidente de la Federación Deportiva Peruana de Natación (FDPN), está siendo investigado por haber presuntamente presentado un título universitario falso para postular al cargo. La denuncia pública fue acompañada por un video viral en TikTok, generando un nuevo terremoto dentro del ámbito acuático.
Este no es un caso aislado en su historial: León Prado ya fue criticado en su anterior gestión como presidente de la Federación de Triatlón, donde fue cuestionado por su desempeño y decisiones administrativas.
Mientras los nadadores pagan sus propios viajes, entrenan en condiciones precarias y carecen de apoyo estructural, la federación está liderada por una figura con escasos resultados deportivos y muchas sombras administrativas.
“La natación peruana tiene talento, pero está secuestrada por dirigentes sin méritos”, denuncian entrenadores de clubes de alto rendimiento.
En diversos casos, se han detectado “ligas deportivas” ficticias, sin deportistas activos ni competencias reales, creadas únicamente para sumar votos en elecciones federativas. Así se manipulan los procesos democráticos y se garantizan reelecciones o candidaturas pactadas.
El IPD reconoce procesos viciados como válidos, aun cuando han sido impugnados por las bases deportivas. Esta conducta omisiva ha hecho que el instituto sea visto como parte del problema, no de la solución.
La Contraloría General de la República ha emitido informes que apuntan a posibles actos de corrupción y uso indebido de recursos dentro del Comité Olímpico Peruano (COP), presidido por Renzo Manyari. Se denunció que el COP alquiló instalaciones deportivas públicas a federaciones nacionales sin los controles necesarios ni documentos en regla, lo que genera sospechas sobre el manejo de los fondos y la ética institucional.
Este hecho se suma al descontento generalizado: atletas sin viáticos, sin acceso a infraestructura, mientras los acuerdos entre altos mandos se manejan en la sombra.
Desde federaciones regionales, clubes independientes y atletas de élite, se ha levantado una sola voz: ¡Basta ya!
Se exige:
La crisis del Instituto Peruano del Deporte (IPD) alcanzó un nuevo nivel cuando, en febrero de 2025, se formalizó una denuncia penal contra su máxima autoridad, Teodoro Federico Tong Hurtado, por presuntas irregularidades en la designación de un alto funcionario dentro del organismo rector del deporte peruano.
La denuncia, presentada por el ciudadano Joan Franco Mamani Aponte, señala que el titular del IPD firmó una resolución de nombramiento en abierta violación de la normativa vigente, lo que ha motivado la intervención del Ministerio Público.
El 21 de febrero, mediante la Resolución de Presidencia N.º 20-2025-P/IPD, el presidente del IPD designó a Roger Marcial Príncipe Huerta como Director de la Dirección Nacional de Deporte de Afiliados del IPD. Pero según la acusación, Príncipe Huerta no cumplía los requisitos mínimos exigidos para el cargo establecidos por el Clasificador de Cargos de la administración pública vigente desde 2019.
Entre los requisitos omitidos estarían:
De acuerdo con la denuncia, ninguno de estos requisitos fue verificado por el IPD antes de formalizar la designación.
La Fiscalía ha enmarcado el caso bajo el Artículo 381° del Código Penal Peruano, que sanciona el nombramiento ilegal de cargo público. Este delito castiga tanto a quien nombra o designa a un funcionario sin cumplir los requisitos legales, como a quien acepta el cargo sabiendo que no le corresponde.
La pena contemplada para este delito va desde dos hasta cuatro años de prisión, pero puede llegar hasta siete años si se encuentra algún agravante, como el perjuicio económico al Estado o la reincidencia.
El caso fue asignado al Tercer Despacho de la Primera Fiscalía Corporativa Penal de Lima Cercado–Breña–Rímac–Jesús María, a cargo del fiscal Eliseo Estrada Lincande, quien ordenó la apertura de diligencias preliminares inmediatas.
El objetivo inicial de estas diligencias es:
La Policía Nacional del Perú, bajo mandato fiscal, ha sido instruida para colaborar con estas diligencias.
El proceso de diligencias preliminares tiene un plazo legal de 60 días para recopilar evidencia, tomar declaraciones y realizar los peritajes correspondientes. Sin embargo, este periodo puede ampliarse si la complejidad del caso lo requiere, especialmente si se detecta una red de responsabilidades o múltiples funcionarios involucrados.
Este escándalo ha generado una fuerte presión desde la sociedad civil, el entorno deportivo y varios congresistas que exigen la renuncia inmediata del presidente del IPD mientras duren las investigaciones. Varios colectivos de deportistas y entrenadores han emitido pronunciamientos públicos, exigiendo que se aplique una auditoría completa a las designaciones de cargos dentro del IPD en los últimos años.
“No se puede permitir que la máxima autoridad del deporte nacional nombre a dedo a funcionarios sin preparación. Esto es una burla a los miles de deportistas que sí cumplen con cada requisito para representar al país”, señaló un exdirectivo del Comité Olímpico Peruano.
La denuncia contra Tong Hurtado se suma a una larga lista de irregularidades en el IPD: procesos electorales opacos, validación de federaciones impugnadas, ligas fantasmas y ahora, designaciones ilegales en los más altos niveles administrativos.
Todo indica que el caso Tong–Príncipe puede ser apenas la punta del iceberg.
Este caso marca un antes y un después. Si el presidente del IPD puede ser investigado por designar a personas sin calificación, ¿qué garantías existen de que el resto del aparato deportivo nacional no esté igualmente comprometido?
El deporte peruano necesita limpieza estructural. La meritocracia y la transparencia no pueden ser opcionales. La dignidad del deporte comienza desde sus instituciones.