Este 8 de diciembre se conmemoran 37 años de una de las tragedias más profundas en la historia del fútbol peruano. Un día como hoy en 1987, el vuelo Fokker que transportaba al primer equipo de Alianza Lima se estrelló en el mar de Ventanilla, llevando consigo las vidas de 43 personas, incluidos jugadores, cuerpo técnico, miembros del club y otros colaboradores. Este terrible accidente dejó una huella imborrable en la hinchada aliancista y en el fútbol nacional, transformándose en un suceso que, aún hoy, sigue siendo recordado con respeto y dolor.
Alianza Lima, el club de la victoria y la gloria, rememora a sus caídos con una profunda emoción. La publicación que realizaron en sus redes sociales este domingo, evocando las palabras de su hinchada: “Desde Tumbes hasta Tacna, desde Pucallpa, a la gloria“, remarca el amor y la devoción que cada uno de los fallecidos tenía por los colores de la institución. “Hoy recordamos a nuestros mártires aliancistas, quienes defendieron y amaron los colores del club. Siempre vivirán en el corazón de cada aliancista“, destaca el mensaje oficial.
Para honrar su memoria, Alianza Lima organizó una misa en la tribuna occidente del Estadio Alejandro Villanueva, conocido como Matute. La ceremonia fue presidida por autoridades del club, trabajadores, deudos, leyendas aliancistas, socios e hinchas que, con profunda solemnidad, rindieron homenaje a los que dieron su vida por la institución. Esta emotiva celebración no solo recordó a los futbolistas y miembros del club, sino también a los fans y demás personas que, de alguna manera, fueron parte de esta tragedia.
Los “potrillos” de Alianza Lima y su promesa truncada
En aquella época, el plantel de Alianza Lima estaba bajo la dirección del entrenador nacional Marcos Calderón, quien lideraba a un grupo de jóvenes futbolistas conocidos como los “potrillos”. Este apodo surgió debido a la juventud de los jugadores, la mayoría formados en las divisiones menores del club, y su proyección como futuras estrellas del fútbol peruano. Entre ellos, destacaban nombres como Luis Escobar, Alfredo Tomassini, José Casanova y Tomás “Pechito” Farfán. A todos ellos, la tragedia les arrebató la oportunidad de brillar en el fútbol nacional e internacional, además de seguir contribuyendo a la selección peruana.
El fatídico día llegó tras la victoria del equipo por 1-0 ante Deportivo Pucallpa, un triunfo que llenó de alegría a los hinchas de Alianza Lima. Sin embargo, el regreso a Lima desde la selva peruana se convertiría en una tragedia. El avión Fokker, en el que viajaban los jugadores y el cuerpo técnico, se estrelló, truncando las vidas de 43 personas y poniendo fin a una generación de talentos que prometía mucho para el futuro del fútbol peruano.
Las víctimas de la tragedia del Fokker
La tragedia dejó una larga lista de víctimas, entre futbolistas, cuerpo técnico, miembros del club, y otros viajeros que acompañaban al equipo. Los futbolistas que perdieron la vida en este trágico accidente fueron:
- Carlos Bustamante
- José Casanova
- Milton Cavero
- Aldo Chamochumbi
- Luis Antonio Escobar
- Tomás Lorenzo Farfán
- Ignacio Garretón
- José González Ganoza
- William León
- José Mendoza
- Gino Peña
- Daniel Reyes
- César Sussoni
- Braulio Tejada
- Alfredo Tomassini
- Johnny Watson
Además de estos jugadores, la tragedia también cobró las vidas de otros miembros esenciales del club, quienes fueron parte fundamental de la estructura de Alianza Lima:
- Marcos Calderón (Director técnico)
- Andrés Eche Chunga (Utilero)
- Rodolfo Lazo Alfaro (Kinesiólogo)
- Rolando Gálvez (Preparador físico)
- Orestes Suárez Galdós (Médico traumatólogo)
- Santiago Miranda Mayorga (Jefe de equipo)
- Washington Gómez (Dirigente)
Entre las 43 víctimas también se encontraban miembros de la tripulación del avión, un grupo de barristas, dirigentes y árbitros, quienes viajaban junto al equipo para acompañarlos en este triste retorno a la capital.
El legado de la tragedia: un amor eterno por Alianza Lima
A 37 años de aquella fatídica jornada, el recuerdo de los caídos sigue vivo en cada rincón del Perú y en cada rincón de la hinchada aliancista. La tragedia del Fokker no solo marcó la historia del club, sino que también unió aún más a los seguidores de Alianza Lima, quienes siempre llevarán en el corazón a los “potrillos” y al cuerpo técnico que, por circunstancias ajenas a su voluntad, perdieron la vida en su mejor momento.
Hoy, Alianza Lima sigue conmemorando este trágico suceso, demostrando que, más allá del dolor, su legado permanece intacto. La institución se mantiene firme, recordando a sus caídos no solo con palabras, sino con acciones, como la misa en honor a ellos, y continúa creciendo bajo los valores que ellos representaron. La memoria de estos hombres, que soñaron con llevar a Alianza Lima a la cima, siempre será parte fundamental de la historia de este querido club.
Alianza Lima, más que un club, es un sentimiento que trasciende el tiempo y la tragedia. ¡De la victoria a la gloria!