15 de octubre de 2024
Actualidad

Dopaje o Innovación: Las superzapatillas que mejoran el rendimiento para correr en los Juegos Olímpicos París 2024

La superzapatillas Nike Vaporfly han generado mucha polémica a tal punto de ser consideradas como DOPAJE al mejorar el rendimiento de los deportistas.

Gonzalo Sánchez Lomparte
2 months ago
Dopaje o Innovación: Las superzapatillas que mejoran el rendimiento para correr en los Juegos Olímpicos París 2024

Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina, y cada atleta ha asegurado su lugar gracias a años de esfuerzo, sacrificio y entrenamiento riguroso. Sin embargo, la indumentaria deportiva también juega un papel crucial en el desempeño de los atletas, a menudo pasando desapercibida. Un ejemplo claro de esto son las llamadas “superzapatillas“, cuyo uso ha suscitado un intenso debate sobre si constituyen una forma de dopaje tecnológico.

Ventajas tecnológicas en el deporte

La tecnología ha mejorado muchos aspectos de la indumentaria deportiva. Por ejemplo, los bañadores de alta tecnología reducen la resistencia al agua, y ciertas camisetas gestionan la sudoración de manera más efectiva. No obstante, las superzapatillas, diseñadas específicamente para mejorar el rendimiento de los corredores, han generado una controversia única.

En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, las superzapatillas estuvieron a punto de ser prohibidas debido a las ventajas significativas que ofrecían. La World Athletics decidió finalmente imponer restricciones en lugar de una prohibición total. Pero, ¿cómo es que estas zapatillas benefician a los atletas?

El poder de las superzapatillas

Nike, con su modelo Vaporfly, fue pionera en la creación de zapatillas que mejoran el rendimiento. Estas zapatillas, adoptadas por los mejores maratonistas del mundo, han demostrado ser efectivas. Otras marcas como Adidas y Saucony también han desarrollado sus propias versiones.

La clave de las superzapatillas reside en sus suelas, generalmente hechas de Pebax y con una placa de fibra de carbono en su interior. Esta placa incrementa la rigidez de flexión longitudinal, reduciendo la absorción de energía en las articulaciones del pie y mejorando el rendimiento en carrera.

Estudios han demostrado que estas zapatillas también disminuyen el consumo de oxígeno, lo que se traduce en beneficios metabólicos y una menor carga sobre la tibia. Sin embargo, estos efectos se han observado principalmente en corredores masculinos experimentados, sin resultados similares en mujeres o corredores amateurs.

¿Dopaje o innovación?

El dopaje no se limita a sustancias químicas; también incluye cualquier elemento físico que mejore el rendimiento de un atleta y desequilibre la competencia. En el caso de las superzapatillas, existen dos restricciones importantes: deben estar disponibles para cualquier persona y no ser diseñadas exclusivamente para un atleta, y deben cumplir con limitaciones en el grosor de la suela y la cantidad de placas de fibra de carbono.

Aunque las superzapatillas ofrecen ventajas, el talento y el entrenamiento siguen siendo los factores decisivos en el rendimiento deportivo. Incluso con la mejor tecnología, el esfuerzo y la habilidad del atleta son insustituibles. Como se suele decir, el dinero no lo es todo, y en el deporte, la dedicación y el talento prevalecen.

La historia detrás de las superzapatillas

Las superzapatillas surgieron en un momento en que la competencia en maratones y carreras de fondo alcanzaba nuevas alturas. Nike lanzó las Vaporfly en 2016, y pronto, maratonistas de élite comenzaron a romper récords con este calzado. La combinación de una espuma ultraligera y una placa de carbono demostró ser revolucionaria, proporcionando un impulso adicional en cada paso.

El impacto fue tan significativo que en 2019, Eliud Kipchoge, usando una versión avanzada de las Vaporfly, se convirtió en el primer humano en correr una maratón en menos de dos horas. Este logro encendió aún más el debate sobre la legitimidad de las superzapatillas y su impacto en la equidad de las competencias.

Científicos y estudios sobre las superzapatillas

Diversos estudios han investigado las ventajas proporcionadas por las superzapatillas. Uno de los más destacados es el de la Universidad de Colorado, que confirmó que las Vaporfly pueden mejorar la economía de carrera hasta en un 4%. Este porcentaje puede parecer pequeño, pero en el mundo del atletismo de élite, representa una diferencia significativa.

Adicionalmente, investigaciones han demostrado que las superzapatillas reducen la fatiga muscular, permitiendo a los corredores mantener un ritmo más rápido durante más tiempo. Sin embargo, no todos los estudios han sido unánimes en sus conclusiones, lo que mantiene viva la controversia.

Regulaciones y el futuro de las superzapatillas

La World Athletics ha implementado regulaciones para asegurar que las superzapatillas no proporcionen una ventaja injusta. Estas incluyen limitaciones en el grosor de la suela y en el número de placas de carbono permitidas. Además, cualquier modelo de zapatilla debe estar disponible para el público seis meses antes de ser utilizado en competición.

Estas regulaciones buscan equilibrar la innovación tecnológica con la equidad en la competencia. No obstante, el rápido avance de la tecnología deportiva plantea desafíos continuos para los reguladores, quienes deben adaptarse constantemente para mantener el espíritu de competencia justa.

La polémica sobre las superzapatillas continuará mientras se desarrollen nuevas tecnologías. Los Juegos Olímpicos de París 2024 pondrán a prueba no solo a los atletas, sino también a las normas que buscan equilibrar la competencia justa. Mientras tanto, el debate sobre el papel de la tecnología en el deporte sigue abierto.

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