Poder Judicial ordena impedimento de salida del país a Jean Deza por presunto delito de tentativa de feminicidio agravado

El futbolista peruano Jean Deza enfrenta graves acusaciones de violencia de género, tras ser denunciado por su expareja, Gabriela Álava, por un presunto intento de feminicidio ocurrido durante las celebraciones de Año Nuevo. En consecuencia, el Poder Judicial de Perú emitió una orden de impedimento de salida del país por un periodo de nueve meses. Esta medida se produce en el marco de una investigación por el delito de tentativa de feminicidio agravado, mientras el Ministerio Público sigue recabando evidencias en su contra.

El ataque ocurrido en Año Nuevo

Según la denuncia de Gabriela Álava, la agresión tuvo lugar en un departamento en San Miguel, Lima, alrededor de las 6:00 a.m. del 1 de enero de 2025. La influencer explicó a través de sus redes sociales que la situación comenzó tras una discusión con Deza, cuando intentó abandonar el lugar. Sin embargo, al dirigirse a su habitación para recoger sus pertenencias, el futbolista la atacó brutalmente, golpeándola hasta dejarla inconsciente por varias horas. Una vez que se recuperó, Álava decidió terminar la relación y presentar la denuncia correspondiente.

Reacción de su club y consecuencias profesionales

La denuncia pública desencadenó una rápida reacción por parte del club Juan Pablo II, con el cual Jean Deza había firmado recientemente un contrato. A tan solo unas semanas de su presentación como fichaje estrella para la temporada 2025, el club decidió rescindir su contrato, uniéndose a la creciente lista de instituciones deportivas que se distancian de jugadores involucrados en escándalos fuera de las canchas.

La organización expresó en un comunicado que la decisión de separarlo del equipo se alineó con sus principios internos y su compromiso con la promoción de un comportamiento ejemplar entre sus integrantes. Además, el club informó que su departamento legal se encargará de gestionar los términos de la medida.

Antecedentes de violencia de género

El caso de Gabriela Álava no es el primero en el que Jean Deza se ve involucrado en denuncias de violencia de género. Según la Defensoría del Pueblo, el futbolista tiene un historial preocupante, con un total de 11 denuncias previas por agresiones físicas a mujeres. Entre las víctimas se encuentran otras mujeres conocidas como Kleydi Rossi, Hilary Arizaga, Elva Vracko, Viviana Andrea Castillo, Jossmery Toledo y Shirley Arica.

Deza ha enfrentado denuncias desde 2015, cuando su entonces esposa, Kleydi Rossi, lo acusó de golpearla durante su embarazo. Pese a la gravedad de la situación, el futbolista solo cumplió una pena de trabajo comunitario. En años posteriores, otras mujeres también lo denunciaron por agresiones físicas, incluyendo un incidente en 2017 cuando Elva Vracko fue golpeada mientras estaba embarazada.

Las denuncias continuaron con casos registrados en 2019 y 2020, cuando Viviana Andrea Castillo y Jossmery Toledo lo acusaron de agresiones violentas. La más reciente acusación provino de Shirley Arica, quien relató que sufrió una lesión en la cabeza tras un forcejeo con el jugador.

Impacto en su carrera y el futuro legal

El futuro de Jean Deza en el fútbol profesional parece incierto, no solo debido a la rescisión de su contrato con Juan Pablo II, sino también por el grave impacto que este nuevo caso de violencia de género podría tener en su carrera. Las autoridades judiciales continúan con la investigación, mientras el jugador permanece prófugo y ha cerrado sus redes sociales.

Este caso resalta la importancia de erradicar la violencia de género en todos los ámbitos, incluidos el deporte y la vida pública, y pone de manifiesto la necesidad de una mayor concientización y acciones concretas para proteger a las víctimas. La sociedad espera que el proceso judicial avance con justicia y que se tomen medidas adecuadas frente a los reiterados comportamientos violentos de figuras públicas como Jean Deza.

Este suceso se suma a la creciente preocupación sobre la violencia doméstica en Perú y la respuesta de las instituciones para garantizar la seguridad de las mujeres y su derecho a vivir sin temor a agresiones.