A menos de 24 horas de enfrentar a la Selección Peruana en una doble jornada clave de Eliminatorias, Ricardo Gareca se enfrenta a un verdadero reto: corregir las falencias de una Chile que, bajo su dirección, aún no ha logrado ganar en partidos oficiales. Tras una serie de malos resultados que incluyen derrotas dolorosas ante Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia, el “Tigre” se juega su futuro en un equipo lleno de dudas, pero con algunas piezas clave que podrían marcar la diferencia. En este contexto, se alzan preguntas cruciales sobre las tácticas del argentino y los ajustes necesarios para que la “Roja” no pierda su rumbo en la clasificación al Mundial de 2026.
Un debut en crisis
La llegada de Ricardo Gareca a la Selección Chilena fue recibida con esperanzas por parte de los hinchas, quienes confiaban en que el técnico argentino podría revivir la competitividad de un equipo que, tras la salida de figuras clave como Arturo Vidal y Claudio Bravo, aún arrastra la herencia de la generación dorada. Sin embargo, tras un prometedor arranque con amistosos positivos, la realidad en los encuentros oficiales fue otra.
Chile no solo fue eliminado prematuramente en la Copa América de 2024, sino que en las Eliminatorias al Mundial ha encadenado derrotas y ha mostrado un fútbol falto de intensidad y creatividad. En septiembre, un 3-0 ante Argentina y un 2-1 contra Bolivia en Santiago marcaron el inicio de una caída libre. Más tarde, cayeron ante Brasil y Colombia, dejando al equipo con pocas opciones de reacción.
La defensa, un dolor de cabeza
Uno de los mayores problemas de Gareca ha sido la defensa. En los últimos siete partidos oficiales, la selección chilena ha recibido 12 goles, una cifra alarmante para un equipo que pretende clasificar a un Mundial. Si bien la pareja de centrales titular parecía estar consolidada con Igor Lichnovsky y Paulo Díaz, las lesiones, como la rotura del ligamento de Lichnovsky, obligaron al técnico argentino a variar su línea defensiva sin éxito.
A esto se suma la falta de apoyo del mediocampo, lo que deja a los defensores expuestos ante los ataques rivales, especialmente los balones largos que buscan desordenar la defensa chilena. Este ha sido un recurso aprovechado por equipos como Colombia, que en su último enfrentamiento ante la “Roja” logró marcar cuatro goles. Frente a Perú, Gareca deberá encontrar una forma de reestructurar esta zona y evitar las desconcentraciones.
El mediocampo: entre la falta de conexión y la vuelta de Vidal
La falta de conexión en el mediocampo ha sido otro de los grandes problemas de Chile. Los volantes no logran conectar con los atacantes, lo que ha dificultado la creación de jugadas y, en consecuencia, la llegada al gol. Este déficit ha dejado al goleador histórico Eduardo Vargas aislado y sin las oportunidades necesarias para anotar.
El regreso de Arturo Vidal, quien con 37 años sigue siendo la principal figura de la selección, podría ser el factor que dé un giro a la situación. Aunque el “Rey” ya no cuenta con la misma intensidad que en sus mejores tiempos, su experiencia y capacidad para generar jugadas en el centro del campo podrían darle a Chile el impulso que necesita. En los últimos días, se ha hablado mucho de la importancia de Vidal para liberar a sus compañeros de la presión, además de la jerarquía que aporta en los momentos decisivos. De hecho, Vidal es el jugador que más ha marcado goles a Perú en la historia reciente, con cuatro tantos, lo que podría darle un plus en un partido clave como el de mañana.
Los ajustes tácticos de Gareca
Para enfrentar a Perú, Gareca modificará su esquema táctico habitual. En lugar de su tradicional 4-2-3-1, recurrirá al 4-3-1-2, con la intención de dar más solidez al mediocampo y aprovechar mejor las bandas. Con la ausencia de los extremos Víctor Dávila y Darío Osorio, el lateral izquierdo Gabriel Suazo cobrará aún más protagonismo, ya que es uno de los pocos jugadores capaces de aportar tanto en defensa como en ataque. En este sistema, Suazo podría tener mayor libertad para proyectarse y asociarse con los volantes, buscando abrir espacios para la ofensiva chilena.
La baja de Dávila, quien venía siendo uno de los jugadores más importantes para Gareca, será una pérdida significativa. Con su fractura en la pierna derecha, Chile pierde a un hombre clave en los desmarques y en la creación de jugadas por la banda. Este escenario deja a Gareca con pocas opciones en el frente de ataque, obligándolo a ser más creativo en su enfoque táctico.
La presión de los puntos
A pesar de las dificultades, la tarea de Gareca no es imposible. La Selección Peruana, aunque sólida defensivamente, no ha mostrado un gran poder ofensivo y será un rival directo en la lucha por los puestos de clasificación. En un partido donde las emociones estarán a flor de piel, Gareca sabe que un triunfo es vital para mantener sus opciones en las Eliminatorias. De no conseguir al menos cuatro puntos en los próximos dos partidos (frente a Perú y Venezuela), su puesto podría estar en riesgo, ya que la ANFP no tiene los recursos económicos para despedirlo sin una indemnización millonaria.
El futuro de Gareca: ¿el último tren para la clasificación?
Las expectativas sobre el trabajo de Gareca en Chile se han desplomado debido a los malos resultados. En su etapa al mando de la “Roja”, el “Tigre” no ha logrado ganar ningún partido oficial y su estilo de juego sigue sin convencer. Si bien algunos jugadores, como Eduardo Vargas, han sido blanco de críticas, la realidad es que la falta de conexión en el mediocampo y los problemas defensivos son los grandes responsables de los fracasos.
Si Chile no consigue al menos un empate contra Perú y logra una victoria ante Venezuela, el proceso de Gareca podría estar en serio peligro. La ANFP enfrenta una crisis económica y podría verse obligada a tomar decisiones drásticas si los resultados no mejoran.
Chile necesita reaccionar ahora. La selección dirigida por Ricardo Gareca tiene la última oportunidad de mantenerse en carrera para el Mundial de 2026. Con problemas evidentes en defensa, mediocampo y ataque, el técnico argentino deberá hacer ajustes tácticos y potenciar las virtudes de su plantel, con Arturo Vidal como la principal carta para cambiar la historia. Frente a un Perú que también atraviesa dificultades, el duelo promete ser una batalla táctica de gran envergadura, donde el que logre adaptarse mejor podría dar un paso fundamental hacia la clasificación.