Peruana María Alejandra Bramont nadó en el río Sena totalmente contaminado con heces en los JJ.OO. París 2024

El río Sena, uno de los íconos más representativos de París, ha estado en el centro de una polémica sanitaria en los Juegos Olímpicos 2024. En lugar de acaparar titulares por récords deportivos, las aguas del Sena han generado preocupación entre los atletas debido a su posible contaminación con bacterias fecales, lo que podría poner en riesgo la salud de los competidores.

La nadadora peruana María Alejandra Bramont fue una de las atletas que participó en la prueba de 10 km de natación en aguas abiertas el pasado 8 de agosto, donde se ubicó en el puesto 21 con un tiempo de 2:12:44.7. Aunque no logró alcanzar una medalla, Bramont hizo historia al convertirse en la primera peruana en competir en esta categoría en unos Juegos Olímpicos. “Es un inicio, tal vez no bueno por el resultado, pero no va a ser el último”, comentó la atleta de 24 años tras su participación.

Sin embargo, el reto no fue solo deportivo. Bramont, junto a otras nadadoras, tuvo que lidiar con las difíciles condiciones del río Sena, cuya calidad del agua ha sido cuestionada debido a la presencia de Escherichia coli, una bacteria coliforme fecal que puede causar desde diarrea hasta cólicos abdominales severos. Este tipo de contaminación ha generado alarma entre los competidores, quienes temen posibles enfermedades tras haber tragado accidentalmente el agua durante la prueba.

El caso de la belga Claire Michel, quien fue hospitalizada por problemas estomacales tras participar en la competencia de triatlón en el Sena, puso aún más en duda la seguridad de las aguas parisinas. De hecho, el Comité Olímpico de Bélgica decidió retirar a sus atletas de futuras pruebas en el río.

Algunos testimonios de las nadadoras resaltan la preocupación generalizada. Bettina Fábián, de Hungría, quien ocupó la quinta posición, mencionó haber visto “cosas marrones” en el agua, lo que sugirió podría tratarse de heces. Por su parte, la española Ángela Martínez, quien quedó en décimo lugar, admitió haber tragado agua a pesar de sus esfuerzos por evitarlo y expresó su esperanza de no enfermarse, afirmando que tomaría medidas preventivas para proteger su salud.

Ante las crecientes críticas, el comité organizador de los Juegos Olímpicos, encabezado por Tony Estanguet, defendió la seguridad del evento, asegurando que laboratorios independientes han estado monitoreando la calidad del agua dos veces al día para garantizar que no se ponga en riesgo la salud de los atletas. A pesar de estas declaraciones, las preocupaciones persisten, dejando una sombra de incertidumbre sobre las próximas competencias acuáticas en el río Sena.

Este incidente subraya la importancia de asegurar condiciones seguras para los atletas en competencias internacionales de este nivel, donde la salud y el bienestar de los deportistas deben ser la máxima prioridad.