“Fue una locura”: Harry Kane y Vincent Kompany se rinden ante la hinchada de Boca Juniors en el Mundial de Clubes 2025

Boca Juniors no logró quedarse con el triunfo ante Bayern Múnich, pero dejó una huella imborrable en el Hard Rock Stadium. El gigante alemán se impuso 2-1 con un gol de Michael Olise sobre el final, en un duelo cargado de tensión, ritmo e hinchada al rojo vivo. Porque si hay algo que se llevó los reflectores esa noche en Miami, fue la pasión de la gente de Boca, que convirtió una cancha neutral en una verdadera Bombonera versión Florida.

💬 “Fue una experiencia increíble”, dijo Harry Kane, con una mezcla de asombro y respeto. El delantero inglés, figura del Bayern, no dudó en elogiar el papel de la afición xeneize, que no paró de cantar ni un solo minuto. “Sabíamos que iba a ser complicado. Pero lo que vivimos fue único. Sentimos que éramos visitantes, ¡y eso no pasa todos los días!”, soltó el goleador en diálogo con ESPN.

Y es que los colores azul y oro dominaron la escena desde horas antes del pitazo inicial. Banderas, bombos, camisetas con el ‘10’ de Riquelme, y hasta algún que otro “dale Bo” que sonaba más fuerte que el propio parlante del estadio. Boca perdió en la cancha, sí. Pero ganó en las gradas, y lo sintió hasta el Bayern.

🎙️ Por su parte, Vincent Kompany, técnico de los bávaros, también quedó tocado por la atmósfera que se vivió. “Jugamos contra un club inmenso, con una hinchada que cualquier equipo del mundo quisiera tener”, dijo en conferencia de prensa. Y agregó algo que llamó la atención: “Hoy me dieron ganas de volver a ser jugador”. No es poca cosa viniendo de un excapitán del Manchester City.

📌 Con esta derrota, Boca complica su clasificación a octavos en el Mundial de Clubes 2025. Ya no depende de sí mismo, y necesita hacer cuentas y rezar un poco. Pero si algo demostró este partido es que el club de La Ribera no se achica ante nadie, ni siquiera contra un Bayern lleno de estrellas.

🔥 En medio de un torneo donde se cruzan culturas, estilos y potencias de todos los continentes, Boca llevó su esencia a un escenario global. Lo de ayer fue fútbol, fue mística, fue garra. Y aunque el resultado no acompañó, el orgullo quedó intacto.

¿Podrá el Xeneize dar vuelta la historia en la próxima fecha? Nadie lo sabe. Pero si algo quedó claro es que, pase lo que pase, su hinchada ya dejó su sello en el Mundial de Clubes.