Los Angeles Galaxy ha roto una sequía de 10 años sin títulos al conquistar su sexto campeonato de la Major League Soccer (MLS) tras vencer al New York Red Bulls 2-1 en la final celebrada este sábado en el Dignity Health Sports Park de Carson, California. Con este triunfo, el Galaxy revalida su lugar como una de las franquicias más exitosas de la liga estadounidense, logrando su primer título desde 2014.
Un comienzo fulgurante para el Galaxy
El partido comenzó con gran intensidad desde los primeros minutos. A los 9 minutos, el conjunto angelino abrió el marcador con un gol de Joseph Paintsil, quien, asistido por Gastón Brugman, aprovechó la desconcentración defensiva del Red Bulls. La ventaja del Galaxy se amplió rápidamente, apenas cuatro minutos después, cuando el serbio Dejan Joveljić anotó el segundo tanto tras una jugada individual en la que desbordó la defensa neoyorquina y remató a placer.
A pesar del golpe temprano, el New York Red Bulls no se dio por vencido y reaccionó con un gol en el minuto 28. Sean Nealis aprovechó un rebote tras un córner de Emil Forsberg y, con un control preciso, disparó al gol para poner el 2-1 que dio algo de esperanza a los visitantes.
Un Galaxy que resucita tras una temporada difícil
Este título representa la resurrección de Los Angeles Galaxy, que había sufrido una dura caída la temporada pasada al quedar fuera de los playoffs. Este año, el equipo logró una remontada espectacular en la postemporada, superando además la baja de su estrella Riqui Puig, quien sufrió una grave lesión de rodilla en las semifinales. A pesar de su ausencia, los jugadores como Paintsil y Joveljić se encargaron de cargar con el equipo y dedicaron sus goles a Puig, levantando su camiseta con el número 10 en señal de homenaje.
El Galaxy, que en el pasado contaba con figuras legendarias como David Beckham, Landon Donovan y Robbie Keane, había quedado lejos de la gloria en los últimos años, a pesar de fichar estrellas como Zlatan Ibrahimovic, Steven Gerrard y Javier ‘Chicharito’ Hernández. Este sexto título, que se suma a los obtenidos en 2002, 2005, 2011, 2012 y 2014, refuerza la historia ganadora de la franquicia y la distancia sobre su principal perseguidor, el DC United, que ha ganado cuatro títulos en los 29 años de historia de la MLS.
La baja de Andrés Reyes y la reacción tardía del Red Bulls
Por otro lado, el New York Red Bulls, que llegó a esta final como el séptimo sembrado de la Conferencia Este, sufrió una dura baja de última hora con la ausencia de su defensor colombiano Andrés Reyes, quien no pudo jugar por un problema durante el calentamiento. La defensa de los Red Bulls, que ya se encontraba con dificultades, no logró adaptarse a la ausencia de Reyes y permitió que el Galaxy aprovechara los espacios para ampliar la ventaja.
En la segunda mitad, el equipo de Nueva York intentó controlar el balón y generar ocasiones, pero el Galaxy estuvo cerca de sellar su victoria en varias jugadas. Una de las más destacadas fue un disparo de Emil Forsberg al palo en el minuto 72, que truncó las esperanzas del Red Bulls de lograr el empate. A pesar de los esfuerzos, el equipo neoyorquino no pudo evitar la derrota y cayó en su segunda final de la MLS, repitiendo el resultado negativo de 2008, cuando también fue derrotado por Columbus Crew en el mismo escenario.
Celebración en el Dignity Health Sports Park
El Dignity Health Sports Park vibró con la euforia de los 26,812 espectadores que presenciaron la consagración de Los Angeles Galaxy como campeones de la MLS, después de una década de espera. Este título marca un hito importante para la franquicia, que vuelve a la cima del fútbol estadounidense, consolidando su legado y demostrando que, a pesar de los altibajos, sigue siendo una de las instituciones más poderosas del fútbol norteamericano.
Con este triunfo, el Galaxy no solo reaviva su historia de éxitos, sino que también da un mensaje claro: la franquicia angelina sigue siendo un contendiente a nivel nacional e internacional, y con un plantel lleno de talento, se reafirma como uno de los equipos más temidos de la liga.