Messi es recibido en El Salvador por el mejor jugador del mundo según Maradona.

En un emocionante encuentro amistoso entre Inter Miami y la Selección de El Salvador, Lionel Messi se destacó como titular en el Estadio Cuscatlán de San Salvador. Antes del inicio del partido, la leyenda viviente del fútbol salvadoreño, le brindó una cálida bienvenida a la estrella argentina. Un momento épico que unió a dos gigantes del fútbol en un espectáculo inolvidable.

Lionel Messi fue recibido por una figura inmortal del fútbol salvadoreño: Jorge Alberto González Barillas, conocido afectuosamente como el Mágico González. Este encuentro entre dos de los más grandes futbolistas de la historia marcó un momento especial, resaltando la compleja y fascinante carrera del Mágico.

Aunque sus habilidades en el campo lo consagraron como el mejor jugador en la historia de El Salvador, la vida del Mágico González estuvo marcada por su debilidad por las salidas nocturnas y su enfoque poco convencional hacia el fútbol. Diego Maradona, quien compartió vestuario con él en el Barcelona durante una gira en 1984, lo elogió como un talento tan excepcional como Pelé, pero sus desafíos personales le impidieron alcanzar todo su potencial.

“Hubo otro jugador tan o más grande que Pelé y que yo: Jorge González, un fenómeno. Él es mejor porque yo vengo del planeta tierra y él viene de otra galaxia”, expresó Diego Armando Maradona.

La anécdota de la evacuación de un hotel en llamas, donde el Mágico fue encontrado en compañía de una mujer desnuda, refleja su estilo de vida peculiar y su irreverencia característica ante las normas establecidas. La irresponsabilidad del Mágico fue motivo de enojo del directivo y se lo hizo saber en el momento, sin embargo, cuenta la leyenda que el jugador le contestó: “Es que no me gusta dejar nada sin terminar”.

A pesar de sus comportamientos fuera de lo común, su talento lo llevó a destacarse en el fútbol europeo, especialmente con el Cádiz en España, donde se convirtió en un ídolo y contribuyó al ascenso del equipo a la Primera División.

Diego Maradona, consciente de la falta de puntualidad del Mágico, intentó, en vano, mejorar su disciplina regalándole un despertador gigante. Aunque su enfoque hacia el entrenamiento y las responsabilidades profesionales dejaba mucho que desear, su capacidad física y su habilidad con el balón eran innegables.

“No se confundan, yo no soy un santo. Me gustan la noche, las mujeres y la bebida, esto no me lo quita ni mi madre, admito que soy un irresponsable y un mal profesional, pero nunca traiciono lo que tengo claro en mi cabeza, o sea que jamás podré considerar al fútbol como un trabajo. Yo juego para divertirme”, así se definía González.

Tras su retiro en 1999, el Mágico González se enfrentó a una vida postfutbolística que incluyó trabajos como chofer de taxi para sostenerse económicamente. Sin embargo, su legado no se limita a su tiempo en los campos de juego. Su dedicación posterior a la formación de jóvenes en escuelas de fútbol y su ingreso al Salón de la Fama del Fútbol de México en 2013 subrayan su influencia duradera en el mundo del deporte.

En el año 2024, el Mágico González tuvo el honor de dar el saque inicial en el encuentro entre la Selección de El Salvador e Inter Miami, un evento que simbolizó la conexión entre dos eras del fútbol. Su abrazo con Lionel Messi recordó a todos que la grandeza trasciende los éxitos y desafíos, dejando una marca indeleble en la historia del fútbol salvadoreño.