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Luka Modric se despidió del Real Madrid tras una década histórica, con 28 títulos, palabras emotivas y el cariño eterno del madridismo.
Luka Modric le puso punto final a su etapa como jugador del Real Madrid. Después de años inolvidables en el Bernabéu, el volante croata se despidió del club de su vida con palabras que tocaron el corazón de millones de hinchas en todo el mundo. Y cómo no, si lo suyo con el Madrid fue mucho más que fútbol.
Un video difundido por Real Madrid TV, grabado tras su último partido con la camiseta blanca, puso en pausa las redes sociales por unos minutos. No era cualquier declaración. Era el adiós de uno de los símbolos más grandes de la era moderna del club más laureado del mundo.
“Es difícil de explicar… Son emociones encontradas. Se cierra una etapa inolvidable, gloriosa, ganadora… pero lo que me queda es alegría. Pensar en todo lo que viví aquí me emociona. El Real Madrid me lo dio todo, como futbolista y como persona. Y eso nunca lo voy a olvidar”, dijo Modric, con la voz quebrada pero la mirada firme. Un mensaje directo a quienes lo vieron darlo todo durante más de una década en el mediocampo merengue.
No fue solo una despedida de un club, fue el cierre de una historia de amor. Modric habló desde el corazón: “Ha sido un viaje largo, pero precioso. Crecí como jugador, pero también como persona. Madrid y España son como mi segunda casa. Estoy feliz, aunque aún me cueste asumir que esto ya terminó. Con el tiempo voy a ser más consciente de lo que logré… porque ahora es difícil procesarlo todo”.
Y no es para menos. Luka no solo brilló dentro del campo; se convirtió en el jugador con más títulos en la historia del Real Madrid. Ni más ni menos que 28 trofeos en sus vitrinas.
Modric también hizo una pausa para hablar de eso que no se mide en números: el amor del hincha. “Escuchar mis estadísticas me hace sentir orgulloso, claro… Pero lo que más me llevo es el cariño de la gente. Eso no te lo regalan. No es solo por jugar en el Real Madrid. La gente no te quiere solo por eso. Ese afecto genuino, ese respeto, me llena el alma. Nunca imaginé que me quisieran así”.
Y sí, el número 10 fue ídolo de grandes y chicos. Un tipo querido por su fútbol, por su entrega, pero sobre todo por su humildad. En una época en la que el ego muchas veces gana, Modric fue todo lo contrario: clase y sencillez.
Modric no se fue sin mencionar a una figura clave en su historia: Florentino Pérez, el hombre que lo trajo al club en 2012 cuando muchos dudaban de su fichaje. “El presidente siempre fue especial conmigo. Me trató diferente, con mucho cariño desde el primer día. Y eso no se olvida. Verlo emocionado, llorando en mi último partido… te rompe por dentro. Te das cuenta de que ese vínculo va más allá del fútbol”, contó.
Pocos jugadores pueden hablar así de un dirigente. Modric lo hace con naturalidad. Y si Florentino se quebró, es porque sabía que con Luka se iba una parte del alma del equipo.
Cuando le preguntaron por su momento más especial con la camiseta blanca, Luka lo tuvo clarísimo: La Décima, esa Champions que el Madrid ganó en 2014 ante el Atlético en Lisboa.
“Esa noche cambió todo. Ahí empezó esta racha espectacular que tuvimos. Seis Champions en diez años… es una locura. Y La Décima lo inició todo. Ese espíritu de no rendirse, de creer hasta el último minuto… eso es el Real Madrid”.
Y sí, Modric lo vivió como pocos. Como líder, como creador de juego, como el corazón de un equipo que marcó época.
Todavía no hay anuncio oficial sobre su próximo destino. Algunos lo vinculan con un posible regreso a Croacia, otros lo ven con chances de ir a la MLS o Arabia. Y claro, no falta quien sueña con verlo en el banquillo del Bernabéu en unos años, con el traje de técnico.
Pero ahora no es momento de pensar en eso. Hoy toca agradecer. Aplaudir. Recordar.
Se va un histórico. Un referente. Uno de esos jugadores que no necesitan gritar para ser líderes. Que lo dijeron todo con la pelota.
Gracias por todo, Luka. Madrid siempre será tu casa.