El fútbol peruano se ve sacudido una vez más por la controversia de los arreglos de partidos, con el reciente comunicado de Los Chankas que señala supuestos actos ilícitos por parte de ciertos jugadores. Este incidente ha llevado a recordar otros casos que han dejado una marca en la Primera División del fútbol peruano en relación con las apuestas deportivas.
Jugadores de UTC vistos en casa de apuestas deportivas: En 2019, durante el partido entre Pirata FC y UTC, se registró una remontada inusual. Además de imágenes comprometedoras de jugadores en la cancha, se descubrió que futbolistas como Jarlín Quintero y David Díaz ingresaban a una casa de apuestas deportivas.
Separación de jugadores en Cantolao por apuestas: Tras el descenso del equipo en 2023, Mario Tajima reveló que varios jugadores del primer equipo fueron apartados por estar vinculados con las apuestas deportivas, denunciando una “mafia” que perjudica al fútbol peruano.
Señalamientos a Municipal y Cantolao: En 2023, Víctor Rosell sugirió que ambos equipos debían descender debido a la implicación de varios jugadores en apuestas deportivas, revelando las decisiones tomadas por los clubes ante estos escándalos.
Separación de 8 jugadores en Binacional por apuestas: En 2022, Brandon Palacios reveló que ocho jugadores fueron apartados del equipo tras estar involucrados en apuestas deportivas, generando incertidumbre sobre las pruebas que sustentaban estas decisiones.
Amenazas a futbolistas por arreglos: Roberto Silva, presidente de SAFAF, denunció un caso alarmante en el que un jugador fue amenazado por un club con una pistola para que se retractara de participar en arreglos de partidos, resaltando la gravedad de la situación en el fútbol peruano.
Estos casos, junto con otros incidentes como el protagonizado por el árbitro Miguel Santivañez en la Liga 2, evidencian la necesidad urgente de abordar el problema de los arreglos de partidos en el fútbol peruano para garantizar la integridad y transparencia en el deporte nacional.