La ciudad de Cagliari vuelve a rendirse ante Gianluca Lapadula. Esta vez, no por llevar al equipo a la cima, sino por mantenerlos en la Serie A, evitando el descenso. El delantero peruano demostró nuevamente su valía al rescatar a su equipo en una situación crítica y convertirse en un verdadero héroe.
En el estadio Mapei, el equipo de Claudio Ranieri mostró su mejor versión. Sin embargo, fue Lapadula quien se destacó, aportando un valor añadido en la ofensiva que resultó crucial para asegurar la permanencia en la Serie A.
El partido contra Sassuolo fue extremadamente delicado, dadas las posiciones de ambos equipos en la clasificación. Cagliari necesitaba ganar para asegurar su lugar en la Primera División. Contra todo pronóstico y con el público en contra, los ‘sardos’ lograron cumplir su misión, guiados por su goleador ítalo-peruano.
Lapadula desató la euforia de la permanencia cuando el reloj marcaba el minuto 90. Aunque Cagliari ya estaba adelante en el marcador (1-0), Sassuolo presionaba intensamente, sugiriendo que el empate estaba cerca.
En medio de esa presión, Sassuolo cometió un error fatal al derribar a Lapadula en el área. El albanés Marash Kumbulla cometió una falta crucial sobre el goleador peruano. Sin dudarlo, el árbitro señaló el punto de penal.
Hubo una pequeña disputa entre los jugadores del Cagliari para decidir quién lanzaría el penal decisivo. El colombiano Yerry Mina quería tomar la responsabilidad, pero Lapadula, quien había sido derribado, estaba decidido a convertirlo en gol.
Con una definición cruzada y precisa, Lapadula desató la emoción en las gradas y en el campo, mientras el alivio se apoderaba de la zona técnica. Tras el gol, el equipo se dedicó a mantener la posesión del balón lejos de su área hasta el pitido final.